La historia de nuestra marca empieza a escribirse en 1942, cuando - despues de haber recorrido gran parte de América Latina - el joven croata Nicolás Curich decide establecerse en Tumbes y crear la empresa Curich.
La ayuda generosa de su esposa Lilia, su probidad y la calidad de sus servicios, harán que su pequeña empresa (restaurante, cafetería, heladería y hotel) sea rápidamente reconocida en todo el norte del Perú.
La familia crece, constituyendo uno de los clanes más pintorescos y queridos del pueblo. Cuenta la leyenda que en el local del señor Curich, situado en zona fronteriza, se escribieron páginas gloriosas de la historia de esta región, muchos amores allí nacieron, muchos personajes mundialmente conocidos por allí pasaron, secretos, penas y alegrías de todo un pueblo se plasmaron púdicamente en sus muros, marcando a esta empresa no sólo con un signo de gran humanidad sino también de legitimidad.
En 1979, Tony (el sexto y el más creativo de los hermanos Curich) abrió un local en Miraflores, relanzando así el concepto de las Cremoladas*, dentro de la línea de los productos Curich. Más tarde, su hermana Troika asume la administración del negocio, haciendo suya la filosofía familiar de «Hacer de la calidad un compromiso».
Sin abandonar nunca el criterio artesanal que le dio origen, la selección cuidadosa de ingredientes 100% naturales y la aplicación rigurosa del secreto de fabricación familiar, Troika ha continuado manejando exitosamente la empresa que pone al cliente como centro de toda su preocupación.
A las 52 variedades de cremoladas (de frutas y lácteos) se han incorporado recientemente las cremoladas dietéticas, deliciosas e hipo energéticas... sin olvidar, las frutas autóctonas de todas las regiones de nuestro país, que recobran, con las Cremoladas Curich, su título de nobleza. ¡El mundo gastronómico limeño gira alrededor de un trepidante vaso de cremolada! No hay vuelta que darle, la calidad del producto y la calidez de la acogida hacen de Cremoladas Curich una empresa de prestigio indiscutible, un referente obligatorio en el paisaje limeño.
¡Nos vemos en El Curich!.
Comprometidos con nustros clientes
Somos una empresa peruana, que tiene como misión dar a conocer los diferentes frutos de nuestro país a travez de nuestras cremoladas, ofreciéndoles una gran variedad de nuestros productos 100% naturales.
Ser reconocidos en el mercado como una empresa líder en nuestro rubro, manteniendo niveles de excelencia y mejora continua que nos permitan superar permanentemente las expectativas de nuestros clientes.
De acuerdo a la visión y misión de nuestra empresa familiar, contamos con un equipo multidisciplinario, dedicados a servir efectivamente las necesidades de nuestros clientes.
La ética, Responsabilidad, puntualidad, honestidad, actitud de servicio, experiencia, alta calidad, sentido de urgencia y optimismo; como herramientas para lograr la confianza de nuestros clientes
Garantizar la satisfacción de nuestros clientes
El mayor incentivo de cualquier emprendedor es saber que su idea de negocios causa en sus clientes gran satisfacción.
Un cliente satisfecho es un cliente fiel, un cliente que se vuelve parte de la familia del negocio, un cliente valioso. Por eso priorizamos su satisfacción y la procuramos con gran esfuerzo.
Más valioso que un cliente es un cliente satisfecho. Lo sabemos. Por eso nos preocupamos por dejar a nuestros clientes con nuestros servicios contentos.
El mayor incentivo de este negocio es saber a nuestros clientes contentos, satisfechos… Es nuestro más grande premio.